En estos tiempos, en donde se puede confundir la búsqueda del éxito con la competencia despiadada, seguir un código de ética supone mayor importancia en el buen ejercicio de la labor profesional.
La ética del agente inmobiliario debe cimentarse en los principios de buena fe, conducta leal y la transparencia cuando:
- Gestione/concrete negocios.
- Cumpla sus obligaciones.
- Establezca cualquier relación con sus pares o clientes.
La ética ante todo.
La ética también está estrechamente relacionada con la disposición moral que tiene el profesional para cumplir sus actividades con honradez, justicia y responsabilidad y con su vocación protectora para prevenir cualquier acción dañina en su entorno.
La ética del agente inmobiliario lo estimula a plantearse altos estándares de calidad y excelencia en servicio; a promover el trabajo colaborativo y diligente y a anular manejos que vayan en detrimento de la profesión inmobiliaria.
Tabla de contenidos
- Conducirse con honestidad y transparencia
- Ser fiel a los clientes
- No mentir en precios ni características de las propiedades
- Proteger los datos de los clientes potenciales
- Actualizarse y formarse constantemente
- No vender propiedades de los colegas a menos de que exista acuerdo de por medio
- No demeritar el trabajo del compañero
- Apoyar al colega inmobiliario cuando lo necesite
- No cerrar ventas con clientes de otro inmobiliario
Conducirse con honestidad y transparencia
Cuando la honestidad y la transparencia son atributos del comportamiento cotidiano del agente inmobiliario independiente se fomentan relaciones duraderas y valiosas. Genera confianza y le da valor positivo a su reputación.
En el negocio inmobiliario la buena reputación pone un paso adelante al agente y es garantía para el crecimiento consistente de su cartera de clientes potenciales y cualificados y de aliados.
Ser fiel a los clientes
El agente inmobiliario tiene el deber de promover y proteger los intereses de sus clientes incluso por encima de los propios.
Debe entender que su labor precisa que se comprometa a orientar, mediar, tramitar, informar, aconsejar y conciliar a sus clientes en todas las etapas de acción de compra.
No mentir en precios ni características de las propiedades
El agente de bienes raíces debe proceder con franqueza y poner a disposición de sus clientes toda información valiosa o relevante – como costos y características – acerca del inmueble en negociación. Poner especial atención en fichas y publicidad.
No se admite la manipulación o distorsión de datos que puedan ser determinantes para la decisión final de compra, renta o venta. Todo termina sabiéndose y no vale la pena arriesgar la buena reputación.
Proteger los datos de los clientes potenciales
La discreción es una fortaleza en todo perfil de un buen agente inmobiliario. Proteger los datos de los clientes es prioridad.
Y no solo tiene que ser discreto con los datos aportados con buena fe por sus clientes, también lo tiene que ser con la misión que le fue encomendada.
Es incorrecto además exteriorizar, bajo ninguna circunstancia, juicios de valor acerca de datos aportados por los clientes.
El uso malintencionado de los datos aportados por clientes puede derivar en vericuetos legales.
Actualizarse y formarse constantemente
Estar al día con todo lo que sucede en su campo de acción le procurará al agente inmobiliario independiente una posición privilegiada. Le dará herramientas que faciliten su labor de promotor y enriquecerá su nivel de experticia.
La búsqueda de la excelencia, a través de la capacitación y actualización constante, debe ser una tarea obligatoria para todo profesional de los bienes raíces.
¿Y el código ético entre inmobiliarios?
Pero no se trata solo de que maneje códigos éticos en las relaciones con sus clientes. El agente inmobiliario independiente debe también ser consecuente en valores con respecto a sus pares o aliados.
No vender propiedades de los colegas a menos de que exista acuerdo de por medio
El agente inmobiliario debe ser prudente en responder consultas acerca de alguna gestión ya adelantada por un colega, que no respete la integridad y la cortesía profesional.
La cultura de la colaboración no debe confundirse con aprovecharse de la buena fe de otros profesionales de los bienes raíces.
No demeritar el trabajo del compañero
Para ser tratado como profesional, debe comportarse como profesional.
El agente inmobiliario independiente debe ser cuidadoso en las opiniones que emita acerca de colegas, sobre todo si son infundadas o difíciles de verificar, pues pueden ser tomadas como punto de referencia.
La veracidad debe priorizarse siempre.
Establecer buenas relaciones con colegas y aliados facilitará el desarrollo del trabajo colaborativo.
Apoyar al colega inmobiliario cuando lo necesite
Promover un ambiente colaborativo en pro de la evolución y el crecimiento del negocio inmobiliario global es una tendencia que va en alza. Atrás quedaron las carreras – a veces hasta desleales – por cerrar negocios y ganar espacios.
El agente inmobiliario está en el compromiso inexorable de apoyar a sus colegas, brindarles asistencia técnica y teórica en la medida de sus posibilidades.
Promover la solidaridad tiene que ser la premisa.
No cerrar ventas con clientes de otro inmobiliario
El agente inmobiliario debe jugar limpio y respetar, sin excepciones, los contratos o convenios que colegas de otro inmobiliario hubieren establecido con clientes.
De ninguna forma intentará intervenir con ninguna de las partes interesadas para obtener un nuevo acuerdo en su propio beneficio.
No seas un inmobiliario cualquiera, sé el mejor
Ser el mejor agente inmobiliario pasa por conducirse bajo parámetros éticos rigurosos. El respeto por colegas y clientes debe sobreponerse a cualquier interés netamente comercial.
El negocio inmobiliario ha cambiado y promueve una cultura con altos estándares de calidad de servicio en el que se obre con justicia y honradez.
Conclusiones
Acercar la práctica profesional a un código de ética en el que prevalezca una conducta leal y transparente, debe ser una prioridad para aquel agente inmobiliario que busque la excelencia.
Las relaciones que establezca el agente inmobiliario independiente con clientes, colegas y aliados debe ser transparente y honesta. Debe ser respetuosa y apegada a la ética del servicio.
Es fundamental invalidar cualquier acción o comportamiento que ponga en riesgo y deshonre la profesión inmobiliaria.
Fuente: Wasi.co